Nueva Gales del Sur (Australia) - Sólo tiene 19 años y ya ha tenido que pasar por mucho: Ambar-Rose Powell fue operada de endometriosis. Debido a un error del cirujano, desarrolló una septicemia y cayó en coma durante varios días. Hoy no está claro si la joven podrá dar a luz algún día de forma natural.

Su calvario comenzó a la tierna edad de once años. Ambar-Rose sufría ciclos menstruales irregulares y dolores abdominales recurrentes.

"Poco a poco fue empeorando. Fui a varios hospitales para averiguar qué me pasaba, pero sólo me encontraron quistes ováricos", declaró la australiana al Daily Mail.

No fue hasta años más tarde cuando a Ambar-Rose le diagnosticaron endometriosis, una enfermedad en la que crecen masas de tejido endometrial. Este verano le programaron una importante operación para extirpar el tejido enfermo. La esperanza era reducir el dolor.

Pero tras la operación empezó la pesadilla: "Mi cirujano me dijo que nunca habían visto tanta endometriosis. Entraron, la extirparon y me lesionaron accidentalmente el intestino en el proceso".

A esto siguió una septicemia y doce días en coma. Ambar-Rose estuvo dos semanas y media en cama y tuvo que aprender a andar de nuevo. "Tampoco podía sentarme sola porque me faltaban los músculos centrales. Me costaba levantar un bolígrafo porque pesaba demasiado", cuenta la enfermera geriátrica.

Desde la operación, la vida de Ambar-Rose ha cambiado de golpe. Depende de ayuda y actualmente no puede ejercer su profesión. El sueño de su vida siempre había sido ser madre. Pero ahora no está claro si podrá tener hijos.

Su novio y su madre la consuelan en estos momentos difíciles.

Como la joven de 19 años no sabe cómo llegará a fin de mes, ha iniciado una campaña de recaudación de fondosen GoFundMe.