Un niño recibe un diagnóstico sorprendente tras una revisión rutinaria y pierde el ojo

Renfrewshire (Escocia) - Riley Thompson sólo tiene cinco años y ya tiene que acostumbrarse a vivir con un solo ojo.

A pesar de que le falta el ojo derecho, el pequeño Riley (5) sigue siendo un niño alegre.
A pesar de que le falta el ojo derecho, el pequeño Riley (5) sigue siendo un niño alegre.  © Screenshot/JustGiving

Todo el drama comenzó en febrero de este año, cuando Nicole (36) se dio cuenta de que su hijo parpadeaba constantemente y entrecerraba ligeramente los ojos. Lo que no sabía en ese momento era que el niño de cinco años ya estaba ciego del ojo derecho.

Nicole decidió concertar una cita con un óptico. El óptico se dio cuenta de los problemas de visión del niño y derivó inmediatamente a la familia al Royal Hospital for Children de Glasgow.

Allí, los médicos hicieron descubrimientos estremecedores. "Se me paró el corazón cuando vi un bulto del tamaño de una pelota de golf justo detrás del globo ocular de Riley", recuerda la madre del pequeño en una entrevista a Glasgow Times.

El diagnóstico: glioma del nervio óptico, también conocido como glioma del nervio óptico. El tumor, que suele aparecer en niños, se desarrolla en o alrededor del nervio óptico y ejerce presión sobre él a medida que crece. Esto provoca problemas visuales.

Riley perdió su ojo derecho tras la operación que le salvó la vida en mayo de 2024, pero no su valor para enfrentarse a la vida. Desde septiembre va a la escuela primaria, le gusta jugar con Lego, entrena taekwondo y pasa mucho tiempo con su hermana Isla, de tres años.

Una familia recoge donativos para la investigación de un tumor cerebral

En la cita con el oculista, se descubre que Riley tiene importantes problemas de visión. (imagen simbólica)
En la cita con el oculista, se descubre que Riley tiene importantes problemas de visión. (imagen simbólica)  © 123RF/hryshchyshen

En noviembre, Nicole, su pareja Sam (34) y los dos niños quieren recaudar fondos para la investigación de tumores cerebrales con una carrera benéfica.

"Riley, como tantos otros niños, podría haber perdido mucho más que un ojo a causa de este tumor. Por eso es importante que aportemos nuestro granito de arena para recaudar fondos y concienciar sobre la increíble labor de Brain Tumour Research", afirma Nicole, la madre.

Ya se ha recaudado el equivalente a más de 1.200 euros.