El cartero anuncia su jubilación: Lo que hacen los vecinos llega al corazón de muchos

Ohio (EE.UU.) - ¡Se acabó a los 59 años! Bill Buda repartió cartas durante más de tres décadas, recorriendo la misma ruta la mayor parte del tiempo. Lo que le esperaba como despedida es conmovedor.

Los vecinos obsequiaron a Bill Buda (59) con tarjetas de felicitación hechas a mano en su último día de trabajo.
Los vecinos obsequiaron a Bill Buda (59) con tarjetas de felicitación hechas a mano en su último día de trabajo.  © Screenshot/Instagram/blissfulbuda_

Porque el 21 de septiembre, su último día de trabajo, el cartero no tuvo que recorrer solo los buzones del barrio. La familia de Buda le acompañó, su hija Alexa filmó el recorrido y colgó el vídeo en Instagram.

Hasta ahora, unas 700.000 personas han visto cómo se celebraba la despedida de Buda. Los vecinos colgaron globos de colores en sus porches, decoraron sus jardines delanteros e hicieron carteles para su cartero favorito.

Buda contó a Good Morning America que los miembros de su comunidad no dejaban de preguntarle por su jubilación. Cuando supo cuándo llegaría el día, pegó una nota en la puerta principal de todos sus clientes a modo de recordatorio.

Sin embargo, el hombre de 59 años no creía que le fueran a dar una despedida así. "Después de 24 años y medio en esta ruta, realmente debo haber hecho algo bien. Ha sido fantástico", dice Buda.

El cartero Bill Buda trabajó once años seguidos sin estar enfermo ni un solo día

A Bill Buda le apasionaba su trabajo. Casi nunca estaba enfermo. Según sus propias declaraciones, una vez estuvo once años sin faltar un solo día al trabajo.
A Bill Buda le apasionaba su trabajo. Casi nunca estaba enfermo. Según sus propias declaraciones, una vez estuvo once años sin faltar un solo día al trabajo.  © Screenshot/Instagram/blissfulbuda_

La carrera de este estadounidense como repartidor empezó en 1993. Con dos títulos universitarios en el bolsillo y como jugador de baloncesto universitario de éxito, Buda quería hacerse un nombre como jugador profesional en el extranjero. Pero un problema de corazón se interpuso en su camino.

Con el apoyo de su padre, Buda acabó trabajando para el Servicio Postal de Estados Unidos, repartió sus primeras cartas un sábado y, 31 años después, distribuyó el correo en el barrio por última vez.

En todo ese tiempo, ha podido ver crecer a los niños del barrio, ha cuidado de las personas mayores y siempre ha tenido un oído comprensivo.

Ahora, en su tiempo libre, Buda quiere asistir a todos los acontecimientos deportivos que pueda y visitar regularmente a sus dos hijas y a su madre. "Ahora me toca a mí", dice este hombre de 59 años.