Un hombre adoptado busca a su madre: cuando se entera de la verdad, se queda atónito

Chicago (EE.UU.) - ¿Quién lo iba a decir? A los 35 años, Vamarr Hunter, de Chicago, se enteró de que había sido adoptado cuando era un bebé. Se puso a buscar a su madre biológica y, cuando por fin la encontró, se quedó completamente sorprendido.

Facebook/Give Me Some Sugah
Vanarr Hunter veía a su madre biológica casi todas las semanas sin darse cuenta. Ella regenta su confitería favorita.

Eso llega al corazón.

Vanarr Hunter y su madre biológica, Lenore Lindsey, aún no se lo creen. Durante 13 años, visitó la pequeña pastelería de Lenore, "Give Me Some Sugah", en el barrio de South Shore de Chicago, y era un cliente habitual. No sabía que su madre biológica estaba detrás del mostrador. Los dos contaron su historia a la cadena detelevisión "ABC 7 Chicago".

Lenore explica que a los 17 años se quedó embarazada de repente. En aquel momento, se enfrentó a lo que probablemente fue la decisión más difícil de su vida. Con el corazón encogido, dio a su bebé en adopción con la esperanza de que unos padres adoptivos cariñosos le dieran al pequeño una vida segura. Lenore siguió adelante, más tarde tuvo otra hija y ahora es abuela. Abrió su pequeño negocio en 2008.

Vanarr creció en el barrio. No supo hasta los 35 años que era adoptado. Pero no fue hasta años después cuando el padre de cuatro hijos empezó a investigar. Envió una muestra de su material genético a una base de datos genéticos y esperó a ver qué pasaba después.

Y efectivamente, había una coincidencia.

Un hijo descubre que su verdadera madre regenta su panadería favorita

Hornear pasteles está probablemente en su sangre.

Montage: Facebook/Give Me Some Sugah
Madre e hijo comparten la afición por los dulces.

Lenore se animó y llamó a su hijo separado.

Aún recuerda muy bien la primera llamada. "Cuando le llamé, la conexión fue tan inmediata", dice. "Fue como si todo en mi corazón se abriera". Lenore cree firmemente que Dios les ha vuelto a unir.

Vanarr piensa lo mismo: "Fue una gran experiencia. Fortaleció mi fe", afirma.

Cuando madre e hijo se reencontraron, Lenore estaba muy enferma. La pastelería estaba en juego. Vanarr no lo dudó: aunque no tenía experiencia en repostería, ayudó a su madre en la pastelería, ahora es copropietario y quiere hacerse cargo del negocio en algún momento. Probablemente lleva la repostería en la sangre.

Hoy Lenore está mucho mejor, los problemas de salud parecen haberse olvidado. Ahora las dos están en la tienda casi todos los días, desarrollando nuevas creaciones y son un solo corazón y una sola alma. Vanarr lo sabe: "No puedes recuperar el tiempo y los días pasados. Lo que puedes hacer es aprovechar al máximo el tiempo que tienes".

Pero eso no fue todo: Vanarr conoció a su hermana biológica. Ahora ella también ha formado una familia y vive cerca con sus hijos. De repente, todos son una gran familia.