Una mujer se hace alisar la zona genital: La reacción de la esteticista la deja atónita

Australia - Una joven australiana quería acabar de raíz con un problema de vello y refrescar su zona íntima. Se sometió a una depilación brasileña. Lo que experimentó después de su cita dejó atónita a la joven de 27 años.

Sarah Button (27) se hizo su primera depilación brasileña e inmediatamente tuvo una experiencia negativa.
Sarah Button (27) se hizo su primera depilación brasileña e inmediatamente tuvo una experiencia negativa.  © Screenshot/Instagram/sarahsbutton

Sarah Button se quedó de piedra. Cuando acababa de depilarse el vello púbico con cera tibia y volvió a casa, le apareció un mensaje en el móvil.

"Lo siento, amor, pero en el futuro tendré que cobrarte más debido al tamaño de la zona. Espero que lo entiendas. Nada descabellado, quizá entre cinco y diez dólares más", decía el mensaje. Remitente: la esteticista de Sarah.

"Al principio me sentí triste y confusa, avergonzada, pero rápidamente me enfadé y me cabreé por todo el asunto", contó la joven de 27 años a news.com.au.

¿Por qué la depiladora no le informó del aumento de precio durante su cita? "Eso fue lo que más me molestó", dijo Sarah.

Esta noticia enfureció a Sarah.
Esta noticia enfureció a Sarah.  © Screenshot/Instagram/sarahsbutton

australiano está equipado con una característica física especial

La depilación brasileña consiste en eliminar el vello púbico con cera caliente o pasta de azúcar. (imagen simbólica)
La depilación brasileña consiste en eliminar el vello púbico con cera caliente o pasta de azúcar. (imagen simbólica)  © 123RF/okskukuruza

¿Acaso se debía a que la zona íntima de la australiana tiene ciertas peculiaridades y la esteticista se sentía incómoda hablando con Sarah de ello?

Según sus propias declaraciones, la joven de 27 años tiene la llamada FUPA (Fatty Upper Pubic Area). Los médicos se refieren a ella como un monte de Venus muy pronunciado, es decir, la zona grasa que se encuentra directamente encima del pubis.

A Sarah le pareció tan loco el incidente que compartió la experiencia en Instagram . La respuesta de sus cerca de 19.000 seguidores fue casi unánime: no debería volver a ir a esa esteticista. El comportamiento fue "ridículo" y "descarado".

Sólo la propia Sarah puede responder si realmente la reacción le afectó tan profundamente. En cualquier caso, la australiana comparte regularmente fotos explícitas en su perfil X con su pronunciado -y a veces peludo- montículo de Venus como protagonista.