Su vida cambió en cuestión de segundos: Es por eso que esta mujer lleva una máscara
Australia - Se suponía que un crucero con su familia iba a ser lo más destacado de 2019. Stephanie Coral Browitt no tenía ni idea de que el viaje daría un vuelco total a su vida... ¡para siempre!

Todos iban a bordo: padre, madre, hermana y Stephanie, que entonces tenía 23 años. Pero cuando los australianos hicieron escala en la vecina isla de Nueva Zelanda, ocurrió un accidente .
Stephanie estaba visitando la isla volcánica de White Island con su padre y su hermana (su madre tuvo que quedarse en el barco debido a su esclerosis múltiple).
De repente, se levantó humo y la montaña de fuego escupió gas y magma. El grupo de viajeros se dio cuenta enseguida de que algo iba mal y la familia corrió para salvar la vida. "Todo sucedió tan deprisa que no tuvimos ninguna posibilidad de escapar", declaró recientemente Stephanie en una entrevista a People. Seis años después del terrible incidente, la joven, que ahora tiene 28 años, hace memoria.
Mientras huía de la muerte, tenía que pensar en su madre, que esperaba desprevenida en el barco a sus seres queridos: "Nos necesita, tengo que sobrevivir por ella", eran sus pensamientos.
Al final, el valor y la perseverancia dieron sus frutos. La australiana escapó del infierno de lava, pero su padre y su hermana no pudieron salvarse y perecieron.
Stephanie vuelve a mostrarse en bikini por primera vez tras un accidente
Stephanie estuvo hospitalizada seis meses tras su accidente.

Tras el accidente, Stephanie comenzó una vida completamente nueva. Se quemó gran parte del cuerpo, incluida la cara, y le tuvieron que extirpar ocho dedos. La joven pasó seis meses en el hospital, se sometió a innumerables operaciones y le transplantaron piel nueva.
"Me llevó tiempo aprender a quererme en mi nueva piel", afirma la joven de 28 años. Tuvo que llevar mascarilla y guantes para proteger su nuevo "caparazón". Luego, hace una semana, el gran paso: Stephanie se mostró en bikini por primera vez tras su largo calvario.
"Cuando me lo puse, estaba nerviosa y sentí que se me aceleraba el corazón", cuenta la australiana. Sin embargo, la emoción se calmó rápidamente y Stephanie disfrutó de su estancia en un balneario de Francia, donde se dejó mimar.
Desde entonces ha aceptado su situación tal y como es. "No me avergüenzo de mi aspecto, estoy orgullosa", afirma la joven de 28 años. Y lo demuestra. Más de dos millones de personas la siguen en Instagram y TikTok .