Filipinas - Mucha gente retrocedería ante la mera idea de comer la carne de una tortuga marina. En Filipinas, sin embargo, algunos pueblos la consideran un manjar, a pesar de estar prohibida. Un reciente accidente en una localidad costera de la provincia de Maguindanao del Norte demuestra por qué es mejor evitar estos platos tan cuestionables.

La semana pasada, un grupo de indígenas preparó un guiso de una tortuga marina en peligro de extinción para darse un festín todos juntos.

Poco después, decenas de ellos se quejaron de diarrea, vómitos y calambres abdominales, informa la BBC. Algunas tortugas pueden volverse venenosas por comer algas contaminadas, aunque parezcan perfectamente sanas.

Al final, tres personas incluso murieron envenenadas por la carne de tortuga. Algunos de los animales a los que se les había dado tampoco sobrevivieron.

Afortunadamente, la mayoría de los residentes pudieron ser dados de alta del hospital. "Este incidente de intoxicación alimentaria no volverá a repetirse", declaró Datu Mohamad Sinsuat Jr, concejal local.

Ha dado instrucciones a los funcionarios locales para que apliquen estrictamente la prohibición de la caza. La ley filipina prohíbe capturar y comer tortugas.

En general, se considera que la mayoría de las especies de tortugas marinas están en peligro de extinción, ya que en algunas culturas es práctica común cazarlas por su carne y sus huevos, a los que se atribuyen propiedades medicinales.