Invasión de carpinchos en Buenos Aires: así reaccionan los vecinos
Buenos Aires - Un suburbio de la capital argentina está siendo invadido por una auténtica invasión de carpinchos. Ahora el gobierno interviene para solucionar el problema.

Aunque a algunos les encantan los simpáticos carpinchos, cada vez resultan más molestos para los habitantes de un barrio acomodado de Buenos Aires.
Desde la pandemia de coronavirus , los "capinchos", como se les conoce en Argentina , han conquistado el barrio residencial vallado de Nordelta, en el norte, informa el New York Times.
Los animales autóctonos han descubierto el cuidado barrio, con sus verdes praderas, su agua dulce y la ausencia de enemigos naturales. Los capibaras, que se muestran claramente satisfechos en su nuevo hogar, casi se han triplicado en número en los últimos dos años: ahora hay casi 1.000 de ellos.
Aunque los carpinchos son básicamente inofensivos, vivir con ellos plantea algunos problemas. Provocan accidentes de tráfico, se comen los jardines desnudos y en ocasiones atacan a perros pequeños.
Por eso, los vecinos de la urbanización quieren ahora tomar medidas contra los animales salvajes y esterilizarlos.

El Gobierno quiere implantar un "programa de vacunación anticonceptiva"
El año pasado, el gobierno argentino puso en marcha un proyecto piloto en el que se esterilizó a tres animales salvajes mediante una vasectomía. El objetivo era averiguar cómo afectaría esta medida a su posición dentro del grupo.
Según el New York Times, la administración del Delta Norte informó a los residentes en febrero del siguiente paso: un "programa de vacunación anticonceptiva". Se trata de esterilizar a 250 animales adultos.
El biólogo jefe Falguera explicó que la vacuna impedirá que los carpinchos produzcan esperma y ovulen. Para ello son necesarias dos inyecciones, que deben administrarse con varios meses de intervalo. Además, el efecto sólo es temporal, por lo que hay que anestesiar a los animales y tratarlos periódicamente.
Los vecinos defienden a los carpinchos
Sin embargo, la esterilización de los capibaras no convence a todo el mundo. Un pequeño grupo de vecinos se ha unido para actuar contra la empresa constructora y está recogiendo firmas para una petición en línea para proteger a los animales. También comparten en Instagram sus impresiones sobre la convivencia con los carpinchos.
María Soto, una de las vecinas, y su grupo piden la creación de una zona protegida separada para los capibaras y culpan a los promotores de destruir el hábitat natural de los animales.