Autora célebre por su libro infantil: Nadie conoce su oscuro secreto desde hace mucho tiempo

Florida (EE.UU.) - Jennifer Wolfthal hizo que los ojos de los niños se iluminaran con su libro "Un amigo de verdad". Sus propios hijos, en cambio, no tenían motivos para ser felices. Y ahora la estadounidense tiene que pagar por ello.

Jennifer Wolfthal tiene ahora doce años para pensar. Ese es el tiempo que lleva en prisión.
Jennifer Wolfthal tiene ahora doce años para pensar. Ese es el tiempo que lleva en prisión.  © Seminole County Sheriff’s Office

En sus cuentos, conjuraba un mundo ideal para sus jóvenes lectores y escribía sobre la amistad. Cuando la mujer de Florida dejó su máquina de escribir, el diablo despertó en ella.

Según informó Fox News, Wolfthal -con la ayuda de su marido Joseph- habría descuidado y abusado de sus hijos adoptivos.

Los investigadores descubrieron a los padres del horror hace cuatro años. En aquel momento, su hija adoptiva de ocho años fue llevada al hospital inconsciente, con un hematoma en la nuca, una laceración en el labio, un diente roto y un fallo orgánico.

Mientras la niña se recuperaba en el hospital, la policía visitó a sus padres... ¡y descubrió cosas terribles!

El libro infantil "Un amigo de verdad" trataba de la amistad. Jennifer Wolfthal lo hizo cancelar por sus lectores tras salir a la luz el caso.
El libro infantil "Un amigo de verdad" trataba de la amistad. Jennifer Wolfthal lo hizo cancelar por sus lectores tras salir a la luz el caso.  © Screenshot/Amazon.com

Una autora de libros infantiles se dejó desamparar por sus hijos adoptivos

El marido, Joseph Wolfthal, no escribía libros para niños. Trabajó como ingeniero en Lockheed Martin, empresa estadounidense de defensa y tecnología.
El marido, Joseph Wolfthal, no escribía libros para niños. Trabajó como ingeniero en Lockheed Martin, empresa estadounidense de defensa y tecnología.  © Seminole County Sheriff’s Office

Los investigadores encontraron a otros dos niños (de nueve y once años) en casa de los Wolfthal. Se dice que ambos estaban desnutridos, descuidados y cubiertos de moratones.

Los niños no tenían ninguna posibilidad de escapar del infierno de sus padres: se dice que éstos habían colocado los pomos de las puertas de las habitaciones de los niños de forma que sólo se pudiera acceder a ellas desde el exterior.

Además, los tres niños probablemente fueron educados de forma sectaria y tuvieron que seguir mantras como "Mi cuerpo siempre permanece plano sobre la cama" o "Nunca me dieron permiso para moverme ni decir nada".

El 13 de enero de este año, el triste caso llegó por fin a su fin y los padres del horror fueron condenados. Jennifer Wolfthal deberá cumplir doce años entre rejas, su marido Joseph diez.

"Este acuerdo garantiza que los Wolfthal pasarán mucho tiempo en la cárcel", declaró un portavoz de la fiscalía.