Los Ángeles (California) - ¡Nunca devolverá este bolso! A finales de marzo, Kristin Crosby acudió de mala gana con su marido a un pequeño mercadillo instalado en un garaje de Los Ángeles, su nueva ciudad natal. Allí, para su sorpresa, descubrió un bolso de Gucci. Cuando Crosby preguntó el precio a la vendedora, no daba crédito a lo que oía.

Esta semana, la neocaliforniana, natural de Seattle, habló con Newsweek sobre su curiosa experiencia: "A mi marido le encantan las tiendas de segunda mano y los mercadillos. Pero a mí no me gustan nada, así que definitivamente no es lo mío".

No obstante, Crosby la convenció para que visitara el mercadillo con su marido. "Estábamos en un barrio bonito, con casas grandes, y una mujer mayor estaba vendiendo cosas con toda su familia y sus hijos".

Cuando la estadounidense vio el bolso de Gucci, su humor cambió de repente. Junto con su marido, se fijó un límite de 150 dólares estadounidenses (algo menos de 135 euros).

"Cuando le pregunté cuánto y me dijo que 10 dólares, casi me desmayo", explicó Crosby. Pero la cosa se puso aún mejor.

Incluso antes de que surgiera la menor sospecha de que pudiera tratarse de una imitación barata, Crosby descubrió las tarjetas de autentificación en la bolsa. Así que la mega ganga parecía realmente auténtica.

Por supuesto, la afortunada compró el objeto y se lo llevó a casa. Allí se puso a investigar. El bolso era de los años 90 y había sido diseñado por Tom Ford.

"Dependiendo de su estado y color, se venden por Internet entre 600 y 2.500 dólares", explica Crosby a la revista estadounidense.

Sin embargo, para ella la reventa está descartada: "Es un hallazgo único y tengo que quedármelo para siempre, para poder presumir de él. Además, me encanta el bolso".