Una mujer adoptada nunca quiso conocer a su madre biológica: lo que ocurre a continuación lo cambia todo
Salinas (California) - No, nunca ha sido un secreto en todos estos años. Kristy Moore (36) fue adoptada por una familia blanca estadounidense en Salinas, California, pero es filipina en un 75%. Por eso, sus padres adoptivos jugaron sus cartas desde el principio. Moore tenía una carta manuscrita de su madre y algunas fotos. Sin embargo, la mujer nunca sintió la necesidad de conocerla. Pero entonces se produjo un acontecimiento que lo cambió todo.

En declaraciones a Newsweek esta semana, Moore dijo de su madre: "Siempre respetó que yo no estuviera preparada para conocerla o tener una relación con ella".
Hace seis años, sin embargo, se puso en contacto con ella a través de las redes sociales. "Pero no hablamos mucho", explicó Moore.
Pero cuando la pandemia de coronavirus estaba en pleno apogeo, se enteró de que su abuelo biológico había muerto. Fue entonces cuando la californiana se dio cuenta.
"Me di cuenta de que quería conocerla a ella y a mi familia biológica mientras tuviera la oportunidad", declaró Moore a la revista estadounidense.
Finalmente, tuvieron su primer encuentro.
Un vídeo de Instagram muestra el primer encuentro entre madre e hija

A principios de enero, Moore, que tiene dos hijas, voló a Arizona con su familia para pasar tres días con su madre biológica.
"Tuve muchos problemas antes del viaje , no porque estuviera nerviosa o ansiosa, sino porque no sabía exactamente cómo me sentía. Sabía lo impactante que sería este momento, y eso era mucho que procesar", dice Moore.
El primer encuentro se grabó en vídeo y puede verse en la página de Instagram de Moore, de 36 años. En él se ve a su madre, que solo tiene 15 años más que ella, abrazándola con fuerza.
"Cuando por fin nos conocimos, estaba dispuesta a dejar que me abrazara y me abrazara todo el tiempo que necesitara. Como madre de dos niñas, no puedo imaginar lo que sentiría al abrazarla por primera vez en 36 años", admitió Moore a Newsweek.
Moore no se ha arrepentido ni un segundo de su tardía decisión de conocer a su madre y a su familia. Todos se pusieron inmediatamente en modo familiar. Ahora no quieren romper nunca el contacto.