Lincoln (Reino Unido) - A la mayoría de los padres les resultará familiar: A los niños pequeños simplemente no hay que perderlos nunca de vista, de lo contrario una gran travesura puede ser inminente. Sin embargo, cuesta creer lo que hizo un niño (1) del Reino Unido: ¡se comió los restos de un familiar! Su madre, que le había pillado in fraganti, le grabó inmediatamente con una cámara.

Natasha Emeny, de Lincoln , en realidad sólo había estado fuera de la habitación unos minutos, ya que había estado guardando la ropa recién lavada en el piso de arriba.

Cuando volvió al salón, donde su hijo Koah, de un año, había estado jugando, apenas podía creer lo que veían sus ojos.

Había un polvo blanco parecido a la harina esparcido por toda la habitación. La ropa y la cara del niño también estaban cubiertas.

Natasha no tardó en darse cuenta de lo que había ocurrido: según el Daily Mail, Koah había cogido las cenizas de su abuelo y las había probado.

En realidad, la británica había colocado a sabiendas la urna que contenía los restos de su padre en el estante superior para que su hijo no pudiera alcanzarla. Pero ese día Koah se las arregló para coger las cenizas y esparcirlas por toda la habitación... y en su boca.

Al parecer, la madre de Koah se quedó tan perpleja que lo primero que hizo fue coger su teléfono móvil y grabar la increíble situación. En el vídeo se puede ver el caótico salón y al niño dando inocentes tumbos. "Dios mío. Cuando tu hijo se come a tu padre", escribe Natasha sobre su vídeo, que ya ha sido borrado en TikTok .

Y había razones para ello: Porque a los espectadores no les hizo mucha gracia la grabación. "Llévalo al médico... usan productos químicos para embalsamar... no es seguro ingerirlos", escribió preocupado un usuario.

Otra persona describe el incidente como "repugnante". "¡No puedo creer que haga un vídeo en lugar de tirarlo a la bañera y enjuagarle la boca! La gente hace cualquier cosa por clics".

Lógicamente, la mamá Natasha tampoco se emocionó cuando descubrió las cenizas esparcidas por el salón de su casa. "Me sentí muy avergonzada. Todavía estoy intentando asimilarlo", dice. No obstante, intenta tomárselo con humor y cree que a su difunto padre le habrían hecho mucha gracia las acciones de su nieto cuando estaba vivo. "Estoy segura de que se habría reído, a todos nos gusta un poco de humor negro", afirma la británica.

Tampoco está preocupada por el estado de su hijo, ya que no consumió grandes cantidades de cenizas. Los servicios de emergencia le habrían aconsejado que simplemente diera de beber al niño mucha agua.