Río de Janeiro (Brasil) - "Eso sabe raro", dijeron los niños cuando probaron el extraño polvo blanco que les había dado su compañero de clase. Un profesor alertó a la policía poco después.

Según un reportaje del diario británico Mirror, una niña de cuatro años dio a probar cocaína a sus compañeros de clase sin darse cuenta. Ella pensaba que sólo llevaba sorbete en sobrecitos y que sólo quería ser amable con sus amigos de clase.

Durante un registro del aula, se encontraron 16 paquetes que la niña había distribuido entre sus compañeros. La policía también encontró seis bolsas más en su mochila escolar y nueve debajo de la silla en la que estaba sentada.

Ocho bolsas de droga ya habían sido abiertas por los niños y parte del contenido "comido". Cuando la policía interrogó a la niña, ésta dijo que su padre le había dado los paquetes, pero que no le había dicho cuál era su contenido.

Mientras la maestra seguía alertando a la policía, el padre de la niña de cuatro años apareció de repente. Arrebató uno de los paquetes de la mano de la niña y huyó antes de que llegaran las fuerzas del orden.

La niña fue recogida en el colegio por su tío.

Sin embargo, fue detenido por la policía en el acto. Todos los niños fueron trasladados a un hospital cercano y examinados. Dos análisis de drogas dieron resultados no concluyentes, los demás no mostraron ninguna reacción a la droga. La noche siguiente, la policía y el ejército allanaron una casa, donde los agentes encontraron otras 300 bolsas de cocaína.

Al mismo tiempo, un hombre de 21 años fue detenido en el lugar. Confesó haber vendido la droga. Aún no se ha localizado al padre de la niña.