¿De qué se trata? Las personas mayores ya no pueden llamar por teléfono en los cajeros automáticos.

Osaka (Japón) - ¿Precaución, control o protección contra la ruina financiera? La prefectura de Osaka ha aprobado una ley bastante inusual para evitar que en el futuro se estafe tan fácilmente a los japoneses de la tercera edad.

En el futuro, las personas mayores de Osaka tendrán que dejar el móvil en el bolsillo en la ventanilla del banco. (imagen simbólica)
En el futuro, las personas mayores de Osaka tendrán que dejar el móvil en el bolsillo en la ventanilla del banco. (imagen simbólica)  © DANIEL LEAL/AFP

Según informa Sumikai, los mayores de 65 años ya no pueden llamar por teléfono en los cajeros automáticos.

Según la revista en lengua alemana sobre Japón, el gobierno se ha visto obligado a realizar esta drástica intervención en la autodeterminación porque cada vez más ancianos japoneses han sido estafados recientemente por timadores telefónicos.

Los delincuentes se hacen pasar por familiares o representantes de las autoridades y engañan a sus incautas víctimas para que les entreguen dinero o tarjetas bancarias.

"Las víctimas ancianas no sólo pierden dinero, sino que también sufren estrés psicológico", explica el gobernador Hirofumi Yoshimura (49). Con la nueva normativa, espera poder prevenir "delitos especialmente graves".

La vigilancia de las personas mayores está en el aire

En el futuro, las personas mayores de la metrópoli de Osaka y sus alrededores tendrán que seguir algunas normas nuevas al hacer transferencias bancarias.
En el futuro, las personas mayores de la metrópoli de Osaka y sus alrededores tendrán que seguir algunas normas nuevas al hacer transferencias bancarias.  © -/Kyodo/dpa

Según la revista, el número de casos de fraude en Osaka no ha dejado de aumentar desde 2021. Solo en 2024 se produjeron pérdidas por un total equivalente a 39,2 millones de euros. Más del 70% de las víctimas de fraude tenían 65 años o más.

Los bancos también se vieron obligados a llamar la atención de los clientes sobre la prohibición con carteles y folletos.

Pero, ¿qué pasa si la abuela no cumple las normas? Muy sencillo: ¡nada! Según Sumikai, la prefectura espera un "amplio consenso social". En caso de sospecha, tanto los afectados como los empleados del banco están obligados a informar a la policía.

Por cierto, esto también se aplica si alguien tiene 70 años o más, lleva tres años sin hacer transferencias bancarias y de repente quiere enviar más de 100.000 yenes (unos 610 euros). El nuevo límite máximo para las transacciones bancarias también pretende proteger a las personas mayores del fraude.