Taichung (Taiwán) - El oficial Hu llevaba ya 17 años sirviendo en el ejército taiwanés. El día del accidente, todo iba según lo previsto, pero perdió la vida durante una rutina muy sencilla.

Según un informe de Taipei Times, el trágico incidente ocurrió ayer martes por la mañana en la base aérea de Ching Chuan Kang, en Taiwán.

Tras el aterrizaje de un avión de combate de defensa nacional (IDF), la oficial Hu quiso colocar calzos en las ruedas del avión para evitar que rodara.

Por razones aún inexplicables, fue succionada trágicamente por el motor del caza durante esta operación rutinaria, que ya había realizado innumerables veces.

Sus compañeros la llevaron inmediatamente a un hospital cercano, pero las heridas de la oficial eran tan graves que murió en el hospital.

Poco después intervino un experto militar. Reaccionó con incredulidad ante el accidente y mencionó que la probabilidad de que una persona fuera succionada por los motores cuando el avión estaba parado era insignificante.

Según él, los motores de un avión de combate pasan a una especie de modo de "espera" tras el aterrizaje, en el que sólo alcanzan una velocidad baja.

Además, las tomas de aire de los cazas son tan pequeñas que no cabría en ellas un ser humano adulto.

Ya se han iniciado nuevas investigaciones para aclarar cómo se produjo el incidente.