Washington (EE.UU.) - La dueña de un perro de Washington capta en un extraño vídeo cómo un águila calva mira con interés a su amigo de cuatro patas a través de la ventana del patio. Pero la reacción del perro es muy distinta.

Stacy Gross publicó el vídeo, ahora viral, en su canal de Instagram: Un águila calva mirando a su perro Gnocchi como si fuera su próxima comida.

Los dueños de Gnocchi parecen pensar lo mismo, porque en el fondo del vídeo se oye a Stacy gritar "¡Qué demonios!" al ver al impresionante animal .

La estadounidense y su marido especulan sobre si el gigantesco pájaro se comería a su amigo de cuatro patas. El marido de Stacy está bastante seguro de que lo haría, y cree que incluso podría llevarse al perro.

Pero el perro Gnocchi no da muestras de querer poner a prueba la teoría de su amo. Tras la alegría inicial de tener un compañero animal, ya no parece asombrarse.

Inseguro de si debe sentirse intimidado o excitado, Gnocchi sigue alejándose de la ventana hasta que finalmente huye por completo.

La pareja se dio cuenta de que el águila llevaba una etiqueta, lo que significaba que estaba siendo vigilada por una autoridad de vida salvaje. Stacy y su marido debieron de ponerse en contacto con ellos, ya que ella afirma en el pie de foto que los expertos habían acudido a evaluar su situación.

Según su evaluación, la situación era completamente inofensiva, ya que parece que el ave estaba en una especie de "coma alimenticio". Si las águilas calvas han ingerido previamente una comida copiosa, pueden ser incapaces de volar hasta 48 horas. El enorme ejemplar se había acomodado en la terraza de la familia Gross.