California (EE.UU.) - "Antes había dos". Con estas tristes palabras, Suzette Hall introdujo el lunes un reflexivo post en Facebook.

"Pero sólo queda uno", continuó el rescatador de animales.

La razón por la que la perra abandonada vagaba sola por las calles: "A su amiga la atropelló un coche".

Un triste destino que llevó a Hall a tomar cartas en el asunto.

Durante dos meses después del accidente, la pequeña amiga de cuatro patas vagó sola por un parque natural, bebía el agua del estanque y comía la comida para gatos que le proporcionaba el personal.

Afortunadamente, su destino iba a cambiar pronto.

Al cabo de varias semanas, Selena, una joven del barrio, no pudo soportar más la triste vida de su amigo de cuatro patas. Con el tiempo, el animal fue adelgazando y empezó a cojear.

Sin más dilación, pidió ayuda a Hall. Y ella actuó de inmediato.

"Cogí mi trampa el viernes", explicó, "y Selena acabó colocándola pacientemente todos los días".

Pero como la perra estaba tan asustada, simplemente no consiguió confiar en los humanos.

Y así, los mapaches del parque parecían más interesados en la jaula que en la propia protegida. Pero Selena se mantuvo firme, defendió la trampa y no se dio por vencida con el peludo amigo.

Y esta paciencia no tardó en dar sus frutos.

"[El perro] es un luchador y esta noche era su momento", continuó Hall. "Selena me envió un mensaje: 'Está en [la jaula, nota del editor]".

Tan pronto como Hall llegó a la escena, tomó al perro y simplemente no pudo contener las lágrimas. Su alegría porque por fin estaba a salvo era demasiado grande.

"Todavía estoy llorando", dijo unas horas después del rescate.