El Golden Retriever deleita al bebé con su mirada leal: Pero sus verdaderas intenciones causan risa

Melbourne (Australia) - ¡Esto debe ser amor! Por la forma en que el golden retriever Mustard mira fijamente el sándwich de jamón y queso del bebé Mackenzie, parece haberse enamorado para siempre. El perro de Melbourne no puede apartar los ojos de su objeto de deseo. Incluso la pequeña parece darse cuenta en algún momento de que no se queda allí tan fielmente por ella. A pesar de todo, el vídeo correspondiente hace que los corazones den un vuelco.

El bebé Mackenzie está encantado de tener la compañía del golden retriever. Pero Mustard solo tiene ojos para su sándwich de jamón y queso.
El bebé Mackenzie está encantado de tener la compañía del golden retriever. Pero Mustard solo tiene ojos para su sándwich de jamón y queso.  © Bildmontage: TikTok/Screenshots/goldenbabbie

El curioso clip se colgó en TikTok el mes pasado. En él, la chica sonríe cariñosamente a su fiel compañero de cuatro patas. Pero Mostaza lucha consigo mismo. Al fin y al cabo, su dueña está a su lado grabando.

Obviamente, el golden retriever sabe muy bien que no puede arrebatarle nada al bebé . Pero el bollo huele muy bien. Un primer plano de su hocico muestra hasta qué punto el perro macho absorbe el olor de la comida.

La pequeña Mackenzie aprovecha la situación a su manera, dándole varias palmaditas en la nariz a su amigo de cuatro patas. Esto debe de ser una tortura para Mustard, porque los dedos de la niña ciertamente también huelen al panecillo.

Al final, se produce un pequeño escándalo.

Un vídeo viral de TikTok muestra una tierna situación con un bebé y un golden retriever

Al final, el perro y el bebé comparten la comida.
Al final, el perro y el bebé comparten la comida.  © Bildmontage: TikTok/Screenshots/goldenbabbie

Mustard cede a sus sentimientos y mordisquea un trocito de la "fruta prohibida". La madre de Mackenzie interviene entonces. Le advierte a su hija que no vuelva a meterse el panecillo en la boca.

Mientras tanto, aparece Honey, la compañera de Mustard. Fiel al lema: "Un golden retriever rara vez viene solo", también pide el resto del bollo.

Mientras tanto, Mackenzie tampoco hace lo que se supone que debe hacer, sino que vuelve a mordisquear la masa. Al final, su madre es igual de incoherente: en lugar de intervenir, la australiana prefiere seguir filmando.

Al menos, eso al final compensa: Más de 230.000 clics y montones de emojis de corazón en la columna de comentarios.