Viena (Austria) - Doris L. (55) y su marido (60) rescataron de la capital libia, Trípoli, a un simpático loro bebé, al que llamaron "Jacky". La pareja vivía feliz con sus tres hijos, un gato, un perro y Jacky, hasta que un día el pajarito no se despertó tras una intervención supuestamente rutinaria.

Según informa el periódico austriaco "Heute.at", Jacky siempre ha luchado contra una enfermedad crónica. Pero Doris, su marido y la Universidad VetMed de Viena han conseguido que el pequeño pájaro recupere poco a poco la salud.

El año pasado, la pareja observó que el pico de Jacky era cada vez más largo. Entonces lo llevaron al veterinario para que le "recortara" un poco el pico, pero durante el examen el médico se dio cuenta no sólo del pico de Jacky, sino también de que tenía algo en la nariz, por lo que decidió operar al joven loro.

En una entrevista concedida al periódico, Doris revela que Jacky recibió antibióticos y una infusión tras la operación, pero murió una noche después. "Según la autopsia de la Universidad VetMed, la septicemia fue la causa de la muerte de Jacky", afirma.

Doris añade que tanto ella como su marido ya habían recibido asesoramiento psicológico porque eran incapaces de hacer frente a la repentina muerte de Jacky. "El loro podría haber vivido 70 años y nuestros hijos lo habrían heredado", afirma Doris.

La pareja interpuso una demanda contra el veterinario, pero fue desestimada.

Para Doris y su marido, sin embargo, el asunto aún no ha terminado y, junto con la abogada estrella Astrid Wagner (61), intentan ahora que se haga justicia. Wagner explica al periódico: "Debería concederse una indemnización por duelo por la pérdida de animales. La familia está gravemente traumatizada, tendrían derecho a 10.000 euros".

La clínica veterinaria también se ha pronunciado: ahora se trata de un caso de testimonio contra testimonio. Afirman que la propia familia no siempre ha actuado en interés de Jacky. No siempre acudían al veterinario para las citas preventivas y las revisiones recomendadas, y se ignoraba el deterioro del estado de salud de Jacky.

Otras reseñas en Google también informan de un trato deficiente por parte del veterinario. Un amante de los animales escribió en su reseña: "Sospecha de envenenamiento en un gato el fin de semana, sin hemograma, sin ecografía cardíaca... a los 5 minutos se acabó la anamnesis y solo hay que vigilar al gato o pagar 1000 euros + por observación in situ porque no se realizan exámenes concretos el fin de semana."

Sin embargo, la presunción de inocencia se aplica hasta que se demuestre lo contrario.